Jorge Solana Aguado || Director Enoturismo 360 |
El consumo moderado de vino está considerado como un alimento importante en la dieta mediterránea. Esa que ha conseguido a nivel internacional un prestigio especial y un reconocimiento que ha provocado el crecimiento del turismo gastronómico en los últimos años.
Desde luego la consideración de que el vino es una droga y meterla en la misma información con otras como el cannabis o el propio tabaco u otro tipo de alcoholes es un despropósito. En mi opinión, calificar en un informativo de las 15:00 el vino como droga no parece lo más acertado. Más cuando nos encontramos en un país que está, cada año, en los primeros puestos de producción a nivel internacional. El vino aporta y mucho al PIB, a la economía rural y a la marca España. No les parece que es atentar contra la forma de vida de muchas personas.
En este nivel de despropósitos, no quiero yo desvirtuar la profesionalidad de los compañeros periodistas de RTVE y, además, me gustaría intentar defenderla. No puedo, en este caso. Es cierto que la vinculación de los medios públicos a la ideología reinante en el gobierno de turno parece que pueda fagocitar todo aspecto de independencia, aunque considero que a nivel individual/profesional pueda ser algo esencial.
La «droga» de RTVE parece introducirse de esta manera en todos y cada uno de sus informativos. Adoctrinar desde una información, como en este caso, poco precisa no parece la mejor opción. El descrédito crece en la medida que la información no parece ajustarse a la realidad. Según Isabel Bertomeu, nutricionista de la Fundación Dieta Mediterránea: “el vino forma parte de la identidad mediterránea, actúa por sí mismo como protector ante enfermedades coronarias”. Los organismos hablan así y tú dices que es una droga. No parece lo más acertado
Volviendo al sentido del vino como alimento, podría citar algún estudio más de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los beneficios de la dieta mediterránea para la salud. No hace falta que lo diga la OMS. Ya lo había dicho mucha gente antes. Además, es que me cae mal la OMS. Me parece que ha tenido una gestión pésima de esta pandemia del COVID-19. Sus previsiones del principio se desbordaron. Su trabajo tenía que haber sido el limitar al máximo su expansión. Pedir el cierre perimetral de países enteros. Al principio. No ahora. Otra gestión de la información poco precisa, descrédito asegurado. En este caso para la OMS. Así que no hagan caso de lo que dice del vino. Puede que a alguna de sus cabezas pensantes se les ocurra decir que es el gran mal de la humanidad.
Y estas caminamos para declara el vino como droga, en los 15 primeros segundos de un reportaje del informativo de referencia de TVE. Ley 24/2003, de 10 de julio, y su última actualización del 13 de mayo de 2015, Ley de la Viña y del Vino, define el vino como “alimento natural”. Esa ley señala en sus primeras líneas que “El vino y la viña son inseparables de nuestra cultura”. Vaya que contradicción.
Ahí le hemos dado. España es un país culturalmente de “droga”. Ahora me explico muchas cosas. Empezaba a pensar que no nos enterábamos de nada por nuestra falta de reflexión. No era eso. Simplemente, el vino esta ligado a nuestra cultura. Debemos de tener muy buen vino y nos drogamos todos los días con un par de copitas y así no nos enteramos de lo que sucede o lo vemos todo de otra manera.
Pues nada. A disfrutar de estas drogas. La legislación es muy clara y, una vez más, si los políticos hubieran apostado más por ella, mejor nos iría.