Redacción | Madrid |
El vino está siendo un sector muy castigado en esta pandemia. A pesar de que el consumo en casa durante estos días de confinamiento ha subido provocado por las ventas online, esto no es suficiente para un sector que acusa la desaceleración de las exportaciones por el bloqueo de fronteras y el cierre del sector HoReCa (hoteles, restaurantes y cafeterías).
La Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha impulsado un trabajo extenso y riguroso sobre la realidad del consumo de vino en España, para saber cuánto vino se consume, de qué tipo y, sobre todo, por qué canales de distribución llega a los consumidores. Una información indispensable para encontrar nuevas vías de distribución para el vino y tener una radiografía lo más precisa posible de cómo llega el vino al consumidor en España.
El estudio ha sido realizado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) durante el año 2019 y reúne cifras referidas al ejercicio 2018. El informe engloba datos estadísticos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), así como de la empresa de investigación de mercados Nielsen, que ha desarrollado, en particular, la parte referida a vinotecas. Junto a la recopilación global sobre consumo de vino en España, el OeMv ha realizado trabajos específicos sobre clubs de vino, ventas de vino online desde empresas distintas de los grandes distribuidores, y autoconsumos y ventas directas desde bodega.
Tendencia al alza antes de la crisis del COIVID-19
La estimación global del consumo de vino en España se desprende de los datos del MAPA recogidos en el informe vitivinícola español o Sistema de Información de Mercados del Sector Vitivinícola (INFOVI), donde se registran, mes a mes, las entradas y salidas de vinos en las bodegas españolas al mercado nacional. De ambos datos, se desprenden las salidas netas – descontadas las que van dirigidas a otras bodegas y, por lo tanto, pueden considerarse ventas al público consumidor – que antes de las crisis del COVID-19, durante el año 2019 aumentaron un 9% hasta alcanzar los 1.100 millones de litros y al cierre del estudio en 2018 alcanzaban los 1.008 millones de litros.
Cifras, en ambos casos, que muestran una clara tendencia a la mejora del consumo de vino en España, después de 10 años de estabilidad sobre los 1.000 millones de litros y después de que ese consumo hubiera disminuido sensiblemente entre el final del pasado siglo y la primera década del actual.
Tiendas y el sector HoReCa, los principales canales de distribución
Ahora bien, el vino producido en las bodegas españolas llega a los consumidores en nuestro país a través de diferentes canales de distribución. Como pone de manifiesto el trabajo realizado, los dos canales principales son los tradicionales: la distribución minorista o ventas en tiendas (supermercados e hipermercados) y el consumo que se realiza en bares y restaurantes, o también denominado sector HoReCa. Este último paralizado con la declaración del Estado de Alarma, lo que ha provocado pérdidas millonarias en el propio sector como en los adyacentes como sería en el vino.
Sin embargo, como reconocen las principales empresas de investigación de mercados, los datos que reflejan estos dos canales principales, de un 35% y un 31% respectivamente, apenas alcanzan a dos tercios del consumo total estimado en España. El resto, aproximadamente un tercio del total, llega a los consumidores por otros canales menos estudiados y donde las estimaciones de cantidad y valor del vino comercializado resultan más difíciles de obtener.
Entre estos canales, el estudio estima las ventas en vinotecas y tiendas gourmets en otros 58,7 millones de litros, las de clubs de vinos en 4,2 millones, las realizadas online – sin incluir la distribución tradicional en su canal digital – en otros 8,1 millones de litros y las ventas directas desde bodega y autoconsumos de empleados y socios en otros 180,5 millones de litros o un 18% del total.