La unión de la naturaleza y el vino hacen de Chile un país para no perderse y recorrer a lo largo de este 2017. Los grandes medios internacionales reconocen su patrimonio natural y su maridaje con los valles donde se producen sus principales vinos puede ser una gran alianza turística.
Con el título “Nuevas formas de explorar el desierto más alto del mundo” el New York Times vuelve a fijarse en uno de los destinos de nuestro país para destacarlo dentro de los 52 lugares que no hay que dejar de visitar este 2017. La lista que anualmente prepara la sección de viajes del periódico estadounidense seleccionó al Desierto de Atacama en el segundo lugar del ranking, uno de los más esperados por lectores y de mayor difusión en el mundo del turismo.
El listado, que encabeza Canadá, destaca el Desierto de Atacama y sus cielos despejados, una característica única en el mundo que permite la observación de las estrellas, además de ser un gran atractivo para los amantes de la aventura. Sus paisajes de dunas talladas por el viento y lagos caleidoscópicos de sal, sorprenden aún más desde arriba, en un paseo en globo aerostático, excursión regular que se inició en agosto del 2016.
El Desierto de Atacama es uno de los destinos que más turistas atrae a Chile. Está considerado el más árido del planeta y es un auténtico parque de atracciones naturales, donde es posible experimentar más de 375 atracciones, entre ellas el Salar de Atacama y los géiser del Tatio.
Desde el Valle de la Muerte es posible apreciar los puntos más notables de la Cordillera de la Sal, donde no sólo la NASA ha puesto los ojos en este punto del mapa chileno, sino que también la industria del cine, que en los últimos años ha rodado ahí varias películas y series de televisión entre las que se cuentan Diarios de Motocicleta (2004), basada en los cuadernos de viaje del Che Guevara o Quantum of Solace (2008), de la saga de James Bond.
Pero en Chile también hay mucho vino para disfrutar junto con estos lugares increíbles. La naturaleza privilegió a Chile con una geografía y variedad climática tan diversa, que es perfecta para el desarrollo de los valles vitivinícolas. Cada variedad crece en un lugar específico, un factor diferenciador en la elaboración de los distintos tipos de vinos. Así, por ejemplo, en el norte, está el Valle del Limarí, con excelentes Chardonnay. El Valle del Maipo destaca por sus Cabernet Sauvignon y en Casablanca están algunos de los mejores Sauvignon Blanc del país.
Valle del Limarí. 1280 hectáreas. 380 kilómetros al norte de Santiago
Es el valle estrella en el norte de Chile, con una notable calidad de vinos, como sus Chardonnay, Sauvignon Blanc y Syrah. Las condiciones y las cercanías al mar influyen en que sean vinos frescos y sutilmente salinos. Todavía son pocas las bodegas para visitar, pero la zona tiene un gran potencial turístico.
Valle del Maipo. 13.400 hectáreas. Ubicado en Santiago
Varias de las más importantes y clásicas bodegas de Chile tienen su base en el Valle del Maipo, de donde provienen los grandes Cabernet Sauvignon del país. Algunas de las viñas se encuentran a tan solo 30 minutos desde el centro de la capital, donde sin duda el reina es la cepa tinta. El periódico norteamericano USA Today lo eligió como la tercera mejor región de vinos del mundo para visitar.
Valle de Casablanca. 5.600 hectáreas. 74 kilómetros al oeste de Santiago
Es uno de los pocos valles vitivinícolas chilenos que no está asociado directamente a un río. Se extiende a lo largo de 16 kilómetros. Casablanca fue seleccionado por la Red de Capitales y Grandes Viñedos como una de las capitales mundiales del vino
Tiene una interesante y diversa oferta enoturística. En las degustaciones no hay que perderse los Sauvignon Blanc y Pinot Noir.
Valle de Colchagua. 30.000 hectáreas. 150 kilómetros al suroeste de Santiago
El Valle de Colchagua fue el primero en desarrollar con éxito una ruta del vino. Fue reconocida el 2005 como Best Wine Region in the World por revista Wine Enthusiast.
Es líder nacional en la producción de todas las cepas tintas más importantes. En Colchagua hay que probar Carmenère, Cabernet Sauvignon y Malbec.