Jesús Rojas | Madrid |
El fin de algunas restricciones y la reapertura de fronteras entre comunidades devuelven la esperanza a un sector que ha sido duramente castigado durante el último año. Hablamos brevemente de esta nueva etapa con José Luis Lapuente, Director General de la DOCa Rioja.

El enoturismo empieza a despertar después de un letargo que se ha prolongado más de lo deseado.

Con motivo de este nuevo escenario con el que sector del enoturismo empieza a ver la luz al final del túnel, hemos tenido la oportunidad de charlar brevemente con José Luis Lapuente, Director General de la DOCa Rioja. Lleva vinculado al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja desde 1998, en una primera etapa como Secretario General y desde 2013 como Director General de la institución que se encarga de la certificación de los vinos de Rioja, su promoción y la defensa de su reputación así como del buen uso de su nombre.

Parece que ya podemos hablar oficialmente de la reapertura del enoturismo en Rioja. Buenas noticias, ¿verdad?

Para Rioja sin duda son excelentes. En 2019 registramos 860.000 visitas a nuestras bodegas. Es la manera óptima para fidelizar a los consumidores de nuestros vinos y una experiencia única para poder “paladear” todos los intangibles que ofrece nuestra región, además de un producto de la máxima calidad. Detrás de cada uno de nuestros vinos hay una historia e invitamos a descubrirla. La pandemia nos ha provocado dolor, tristeza y angustia. Es momento de ver la vida de otro color, del color de siempre.

Ha sido un año muy duro para las bodegas y para el sector en general. ¿Cuál ha sido la estrategia desde la DOCa en una situación tan delicada como la que hemos vivido?

Hemos destacado la resiliencia de los operadores riojanos. Ellos, tanto bodegas como viticultores, han sufrido, como el resto de la sociedad. Pero a su vez saben sobreponerse a la adversidad y mantener la apuesta por un producto de la tierra, un sustento para nuestros pueblos, un baluarte para la región y un patrimonio para legar a las siguientes generaciones. Todo esto se ha realizado con sacrificios, con esfuerzo y con el mismo mimo de nuestras viñas y vinos, sabedores de que nuestra apuesta es ganadora de éxito.

¿Y cómo se presenta el verano en Rioja a nivel enoturistico? Está a la vuelta de la esquina…

Con ilusión. El deseo es que la intensificación del proceso de vacunación nos asegura una paulatina apertura que no tenga marcha atrás. Las bodegas han extremado las medidas de prevención desde el principio, habilitando espacios abiertos y organizando todas sus actividades para que los visitantes se sientan cómodos y seguros. En la actualizad hay 200 bodegas de Rioja con propuestas enoturísticas, lo que unido a nuestra oferta gastronómica, cultural y arquitectónica y a la gran variedad de actividades al aire libre en el viñedo y entorno de las instalaciones, hace de Rioja un destino irrenunciable.

Puente de Briñas © DOCa Rioja