Jorge Solana Aguado
Director de Enoturismo 360º
Hablar de enoturismo en España es hablar de muchos lugares, de muchas experiencias únicas, de muchos viñedos, de muchas representaciones patrimoniales, culturales y naturales pero, ¿qué es lo que concomes? Más importante aún, ¿qué nos quieren hacer conocer?
Desde hace años la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) apoyada por los Ministerios de Industria, Energía y Turismo y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, puso en marcha el producto turístico de Rutas del Vino de España. Su objetivo es poder ofrecer experiencias únicas a los viajeros que toman el vino como eje de sus excursiones.
El caso es que desde hace unos 6 meses se ha puesto en marcha la Asociación Española de Enoturismo. Nada que ver con lo que fue la Asociación Española de Enoturismo y Gastronomía que existe desde hace unos cuantos años y que no vio desarrollada su labor por falta de entendimiento entre los primeros socios.
Bueno, al fin y al cabo, en estas andamos. Dividiendo, en vez de sumando. Por mucho que quieran decir todos que es por hacer proyectos en común. Y en estas caminamos cuando verdaderamente no hay mucha gente que sepa explicar que es una Ruta del Vino y cuáles son sus objetivos.
En España no dejan de surgir proyectos de enoturismo. No obstante, es un país con una tradición y cultura vinícola manifiesta. El problema llega con los que conocemos que es poco. Y lo que nos quieren hacer conocer, que es menos.
Los principales artífices de la transmisión de este conocimiento debieran ser las personas responsables de cada una de estas Rutas. Estos suelen estar muy preparados y conocen de primera mano sus puntos fuertes y también aquellos que no lo sano tanto.
Después existe toda una serie de personas del ámbito público que representan a un territorio, a una región, a una Comunidad Autónoma, qué en muchas ocasiones tienen un conocimiento muy somero de lo que se trata el tener una Ruta del Vino. O dos o tres, como en algunos casos.
El desarrollo del turismo de interior es brutal y ha provocado en los últimos años la subida exponencial del enoturismo unido al desarrollo local de sus territorios a través del patrimonio, la cultura, la naturaleza, el deporte y el ocio.
Todo esto deberíamos conocerlo de primera mano, de memoria todos los que nos dedicamos a trasmitir este tipo de información. Nuestros políticos también, ya que en muchos casos son embajadores de la región a la que representan.
No podemos querer que el mundo nos trate como destino enoturístico cuando dividimos más que sumamos, cuando desconocemos más que la información que dominamos. En fin, cuando hablamos mucho de enoturismo, pero no sabemos cuáles son las principales características de cada una de las zonas, regiones, territorios que albergan un destino especial, lleno de experiencias que quieren ser únicas.