Jesús Rojas | Madrid |
La bodega ha diseñado cuatro nuevas experiencias de enoturismo, todas ellas adaptadas a las medidas de seguridad e higiene que exige la situación actual. Unos planes que incluyen visita al viñedo solidario, un tour guiado por la zona de elaboración y crianza y, como era de esperar, cata de vinos.
También ha incorporado a sus instalaciones una moderna tienda con wine bar y una coqueta terraza en el porche donde disfrutar, por copas o por botellas, de sus tintos de Ribera y sus blancos con D.O. Bierzo.
Ahora que el turismo nacional se posiciona como la opción preferida por los españoles a la hora de planificar las vacaciones, las visitas a bodegas se presentan como un plan ideal para pasar un día en contacto con la naturaleza, lejos de las grandes concentraciones urbanas, disfrutando de una copa de buen vino y dejándose seducir por la magia de su elaboración.
Ubicada en plena milla de oro de la Ribera del Duero, en la localidad vallisoletana de Pesquera de Duero, a menos de una hora de Valladolid y muy cerca del Museo del Vino y el castillo de Peñafiel, Emilio Moro se reinventa ofreciendo cuatro nuevas experiencias que conjugan modernidad y tradición y pasamos a detallar a continuación.
Las experiencias, que cuentan con todas las medidas de seguridad adaptadas a la situación actual y la certificación Safe Tourism para garantizar la tranquilidad de todos los visitantes, van desde los 20€ a los 45€.
Clon, el principio de todo: Tras un relajante paseo por el viñedo solidario de la bodega, la zona de elaboración y la sala de barricas, donde se respira la quietud y la magia que dan vida a los grandes tintos de Ribera, el visitante podrá catar las dos referencias más representativas de esta empresa familiar de tercera generación: Emilio Moro y Malleolus.
In Malleolus Veritas: Además de la visita, también de hora y media, esta experiencia transportará al visitante a los viñedos más emblemáticos de Emilio Moro a través de los sentidos, ya que incluye una cata de Malleolus y de los vinos de pago Malleolus de Valderramiro, procedente del viñedo más antiguo de la bodega, plantado en 1924, y Malleolus de Sanchomartín, fruto de una singular finca de menos de una hectárea y con un microclima único.
Saborea nuestra Ribera: Se trata del maridaje más completo. En este caso, después del tour se ofrece una degustación de estos vinos Emilio Moro: Malleolus, La Felisa (vino ecológico y sin sulfitos) y La Revelía, armonizados con algunos de los platos tradicionales más representativos de la región, aderezados con un punto de innovación.
Apadrina tu cepa: Este tour despertará el lado más solidario de las personas al hacerlas partícipes del compromiso de Emilio Moro con la responsabilidad social. La jornada comenzará con un brindis del blanco El Zarzal (D.O.Bierzo), continuará con un recorrido por las instalaciones y, acto seguido, por el viñedo solidario, donde el cliente podrá apadrinar una cepa en apoyo a los proyectos que la fundación lleva a cabo en distintos países para garantizar el acceso al agua potable de las comunidades más desfavorecidas bajo el lema “El vino ayuda al agua”. Como broche final, se hará una cata guiada del vino La Felisa.
Emilio Moro 2018, una añada para recordar
Estos días, la bodega vallisoletana, una de las más representativas a nivel mundial de la Ribera del Duero, ha lanzado al mercado una añada única de su buque insignia, marcada por una climatología excepcional.
Emilio Moro 2018, que procede de una producción muy escasa y a la vez muy favorable para extraer la mejor esencia de la variedad, se presenta como un Tempranillo potente (100 % Tinto Fino), equilibrado, sutil y con una elegancia extraordinaria.
Procedente de viñedos de entre 12 y 25 años cultivados en un suelo arcilloso-calizo-pedregoso y con orientación suroeste en la localidad de Pesquera de Duero, representa como ningún otro vino la personalidad que envuelve la historia y los valores de Bodegas Emilio Moro.
Según Jose Moro, presidente y tercera generación de esta exitosa empresa familiar, “cada uno de nuestros vinos es especial para nosotros, pero una nueva añada de Emilio Moro me hace sentir de forma muy particular ese orgullo por toda una vida dedicada al vino, porque se trata de nuestro buque insignia, el que nos ha acompañado en los mejores momentos y en todos nuestros retos, el que se ha convertido en el favorito de muchos de nuestros clientes y por el que sentimos una satisfacción enorme”.