Jesús Rojas | Madrid |
La Feria Nacional del Vino (FENAVIN) ha aplazado su celebración prevista para mayo de 2021 al mismo mes de 2022. Lo ha hecho con el fin de garantizar la presencia de miles de compradores, especialmente los internacionales.
Según la Diputación Provincial de Ciudad Real, entidad que se encarga de organizar este importante evento comercial, la pandemia hace inviable una edición de la feria con garantías de seguridad en mayo de 2021.
En palabras del propio presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, FENAVIN aplaza su undécimo evento bienal tras la celebración de la Junta de Gobierno, en la que se ha dado cuenta de la renuncia al contrato de asistencia técnica para la realización de actividades y gestión de la Feria Nacional del Vino en su edición prevista para mayo del año que viene.
Esta decisión supone un aplazamiento, que no una suspensión, que ha supuesto un ejercicio de reflexión respecto de los pros y los contras que suponían las limitaciones generadas por la crisis del Coronavirus. Cabe destacar que a la edición de 2019 asistieron un total de 18.340 compradores, de los que 4.225 procedían de 104 países, desde Costa de Marfil a Guatemala, pasando por India, Kazajistán, Kirguistán, Madagascar, Montenegro, Sri Lanka, Togo o Uzbekistán, entre otros.
Para Caballero, «a día de hoy, es imposible asegurar estas presencias de compradores, especialmente los internacionales, que son los que garantizan las ventas de nuestros vinos en los cinco continentes». A lo que añade: «Después de una intensa ronda de contactos con el Gobierno regional y todos los sectores y entidades que están implicados directa o indirectamente en este certamen del mundo del vino, se ha tomado esta decisión».
Bodegueros, Denominaciones de Origen, la Cámara de Comercio, la Federación de Empresarios y las consejerías de Agricultura y de Economía y Empresas han compartido la preocupación de Caballero y han puesto de manifiesto que la pandemia hace inviable una edición de la feria con garantías de seguridad en mayo del próximo año. No obstante, Caballero ha reiterado que esta circunstancia «lejos de enmarcarse en un paso atrás, debe suponer un impulso de cara al futuro».
La Feria Nacional del Vino se ha convertido en un evento al que asisten numerosos compradores e importadores nacionales e internacionales, que en el año 2019 hicieron posible un volumen de negocio inédito en la provincia, más de 50 millones de euros y una cifra récord de cerca de medio millón de contactos comerciales. Sin embargo, la emergencia sanitaria ha convertido esta potencialidad en cuanto a presencias en «una debilidad de cara a 2021», ya que con la pandemia se han cerrado y se cerrarán fronteras, lo que limita considerablemente la movilidad con el objetivo de frenar el avance de virus en la segunda ola, «que lamentablemente durará, según las previsiones más benevolentes, hasta bien entrada la primavera o principios del verano», ha concluido Caballero.