Jesús Rojas | Madrid |
Lalomba presenta la nueva añada de Lalomba Finca Lalinde Rosado, que consolida, con su sexta cosecha, la vocación de Ramón Bilbao por elaborar vinos de terroir a través de este proyecto.
Finca Lalinde procede de un viñedo plantados en altitud en las agrestes laderas de la Sierra de Yerga. Un total de 5, 4 hectáreas plantadas con garnacha y viura, dos cepas que alcanzan aquí un enorme potencial expresivo y una gran mineralidad, gracias a los suelos calizos y la influencia del cierzo desde el oeste.
Las condiciones naturales del viñedo aseguran un proceso de maduración más lento y de mayor complejidad e intensidad aromática, conservando al mismo tiempo una acidez fresca que ayuda a conservar las virtudes de este vino a lo largo del tiempo y un perfil de fruta fresca tan deseado en los vinos rosados.
En la bodega se mantiene el máximo respeto por la materia prima y se acompaña de un oficio enológico que permite trasladar al vino toda la complejidad e identidad de las uvas que maduran en Finca Lalinde. Elaborar un rosado de estas características es el mayor reto al que un enólogo puede enfrentarse en bodega. “No hay vino más difícil de elaborar que un rosado. Requiere cuidado, rigor y precisión. El tratamiento del mosto debe de ser muy suave, huyendo de agresivas técnicas que desvirtúen la esencia de la fruta con la que trabajamos”, asegura la directora del proyecto, la enóloga Rosana Lisa.
Las uvas de Finca Lalinde Rosado se recogen a mano y se prensan en ciclos de 90 minutos, aprovechando para el vino únicamente el mosto de las primeras prensadas, más suave. Este mosto macera primero durante tres días a baja temperatura y fermenta en depósitos de hormigón crudo, un material que, según Lisa, permite el paso del oxígeno sin enmascarar el perfil aromático de las variedades y “nos ayuda a conseguir vinos más puros, con mayor personalidad y resistencia al paso del tiempo”. Tras la fermentación, el vino reposa con sus lías durante cinco meses más.
El viñedo de Finca Lalinde fue plantado en vaso en 1976 y, tras más de cuatro décadas, es capaz de sintetizar las mejores cualidades del paisaje de la Sierra de Yerga, situado en la subzona de Rioja Oriental.
Finca Lalinde Rosado es rosa melocotón limpio y brillante, con una nariz de aromas primarios, compleja, con notas cítricas de pomelo y naranja sanguina, flores blancas, fruta blanca y roja. En la boca es fresco, equilibrado, de medio cuerpo y con una acidez perfectamente integrada. De final largo y frutal, es un rosado lleno de carácter que refleja muy bien la singularidad del paisaje con influencia mediterránea del que procede, en la Sierra de Yerga.
“Cada vendimia ha sido diferente, el factor añada es clave en un vino de finca como nuestro rosado, pero cada año hemos tenido más claro, y así ha sido reconocido por la prensa y los
clientes, que el potencial de este vino por su carácter y longevidad era una fantástica carta de presentación para la colección de vinos que estaban por llegar”, declara Alberto Saldón,
codirector del proyecto junto a Rosana Lisa.
Consolidado también por la crítica especializada, Lalomba Finca Lalinde rosado ha obtenido reconocimiento de los principales críticos y prescriptores del mundo del vino. Debutó con el premio al mejor vino rosado de la DOCa Rioja en el ‘Rioja Special Report’ del MW Británico Tim Atkin. En su primera añada también sobresalió en la Guía Peñín de los Mejores Vinos de España, en la Guía Proensa y en la Guía Gourmets, en las que fue el rosado joven mejor puntuado de España.