Jorge Solana Aguado |
Comienza el año 2020 y es bueno desear que sea el mejor año posible para todos. Siempre hay que pensar que el que vendrá será mejor que el que se fue, por muy bueno que hubiera sido, más aún sino completo todas las expectativas. Este año que comienza quiero, me gustaría y desde Enoturismo 360 vamos a trabajar en ello, convertirlo en un año de homenaje al enoturismo inteligente y a la cultura del vino.
En alguna ocasión ya hablé o escribí sobre ese concepto de Smart Tourism trasladado al enoturismo. De esta forma se podría convertir el turismo del vino en España en uno de los vertebradores de las zonas rurales, esas que han dado en llamar la “España vaciada”. Las Tecnologías de la Información han hecho posible el desarrollo de nuevos conceptos dentro del turismo y dentro de las ciudades. Las Smart Cities han dado paso a una gran cantidad de comunidades reconvertidas en Smart. Ahora le toca dar el paso al enoturismo.
El enoturismo inteligente lleva aparejado toda una serie de desarrollos que serían imposibles sino hay mucho agentes implicados, consensuados y convencidos. Las administraciones públicas, las empresas, los organismos y asociaciones y los vecinos tienen que estar convencidos de que un desarrollo de estas características tendrá un beneficio para todos. Esta es la manera de trabajar en un destino inteligente. Todos por separado deben hacer su trabajo. Todos juntos deben conocer cómo es el plan estratégico y confiar y hacer durar en el tiempo el proyecto de desarrollo.
No me digan, que ahora que tanto se sufre en las zonas rurales de despoblación no merece la pena hacer el esfuerzo de lanzar un homenaje a un turismo que puede hacer que esas zonas se refuercen
El enoturismo inteligente no es un concepto nuevo. La inversión necesaria para llevar a cabo un proyecto de este tipo puede ser muy grande. Hay dos opciones. En primer lugar, que se realizase en algunas de las zonas principales que reciben a los visitantes nacionales e internacionales en España, sería una puerta abierta a nuevas infraestructuras y desarrollo. La segunda opción sería la realización de este tipo de proyecto sobre una zona de nueva creación en la que el establecimiento de las infraestructuras estuviese por crearse y que de alguna forma abarataría los costes de lanzamiento.
La cultura del vino de España
Por otra parte, el homenaje a la cultura del vino de España se ha puesto de moda en estos últimos meses. Si bien es cierto que es un aspecto que de forma personal reclamo desde hace mucho tiempo, me llena de orgullo y satisfacción, que diría aquel, saber que estamos en la onda de transmitir esa cultura todos a la vez y de forma conjunta.
Este 2020 estoy seguro que será un buen año para hacer un homenaje a esta cultura del vino. No muy lejos de las opciones de desarrollo rural que apuntaba en el aspecto anterior, el de turismo inteligente, está el de la cultura del vino. El vino se ha promocionado mucho en los últimos tiempos con un carácter urbano, pero no deja de ser un producto que se hace en zonas no urbanas. La promoción del vino y su cultura debe de tener también su espacio en las zonas de producción en sus municipios más cercanos en los lugares en los que se trabaja con el vino. Es bueno hacer un homenaje al vino y a su cultura en las zonas donde verdaderamente es sustento económico de muchas familias y municipios. Es fuente principal de ingresos y forma de vida lo que hace que no se produzca una mayor despoblación.
Por lo tanto, en 2020 lanzamos la propuesta de hacer un homenaje al enoturismo a través de convertir en inteligente este turismo del vino, siguiendo los pasos de otras comunidades. A la vez seguimos haciendo un homenaje a la cultura del vino por ser vertebradora de la cultura, el patrimonio, la naturaleza, la gastronomía y muchos más sectores dentro de los diferentes territorios de España. De ambos les iremos dando noticias de su desarrollo. Mientras tanto, Feliz Año 2020.