Jesús Rojas | Madrid |
Cinco bodegas de la D.O. abren sus puertas a las visitas en un territorio que completa su oferta turística con gastronomía, historia y naturaleza.
Diferentes formas de entender la elaboración del vino blanco son las que ofrecen las cinco bodegas de la Ruta del Vino de Rueda que han abierto sus puertas, con todas las medidas de seguridad, para seguir disfrutando del enoturismo.
Se trata, sin duda, de una ocasión para descubrir en primera persona cómo se elaboran los vinos en esta tierra donde la uva verdejo es la reina. Las cinco bodegas a las que el viajero podrá acercarse estos días para conocer el viñedo y el proceso de elaboración del vino, mediante reserva previa, son las siguientes:
Bodega Muelas: El legado familiar de la cultura vitivinícola es la seña de identidad de esta pequeña bodega situada en el centro histórico de Tordesillas. De la mano de su enóloga el visitante podrá recorrer las diferentes galerías subterráneas donde los vinos guardan su tiempo de crianza.
Campo Eliseo: Una casa solariega del siglo XVII es el lugar idóneo para descubrir la tradición de la viticultura en La Seca. A más de diez metros bajo tierra es posible conocer los diferentes tipos de vinificación y crianza que aquí se realizan. Una experiencia que finaliza con una cata en su patio exterior.
Emina Rueda: La innovación es la protagonista en esta bodega situada en Medina del Campo. Rodeada por un jardín de variedades blancas y olivos, en ella es posible comprender las diversas elaboraciones que la uva verdejo ofrece y deleitarse con una degustación de vino y aceite de su almazara Oliduero.
Finca Montepedroso: Un extenso viñedo flanquea a esta bodega de vanguardia, enclavada a 750 metros de altitud, en Rueda. La visita acerca las propiedades de la uva verdejo al visitante a través de sus elaboraciones y finaliza con una cata comentada con vistas al paisaje.
Menade: La filosofía eco-lógica es la protagonista en esta bodega de Rueda. Descubrir las técnicas naturales empleadas en el cuidado de la vid, visitar el hotel de insectos o realizar una cata maridada con productos locales, son algunos de los atractivos que el viajero encontrará en este singular recorrido.
Otra opción es hacer enoturismo desde el sofá, que es lo que propone la Bodega Cuatro Rayas. Sus responsables han diseñado, para el próximo 3 de abril, una visita y cata virtual en la que se podrán conocer la filosofía y vinos de la bodega lasecana.