Si hay algo que identifica a la Ribera del Duero, sin duda es Lagar de Isilla y la forma de hacernos disfrutar. Una de las bodegas más notorias del panorama vitivinícola del Duero innova el concepto de ocio, inagurando de la mano de José Andrés Zapatero la reapertura del Grupo El Lagar de Isilla. A la viticultura, restauración y hospedaje… ahora se le incluye en su oferta Wine Spa, una nueva forma de disfrutar del vino cuánto más saludable y relax.
Durante el confinamiento, la creatividad y la puesta en marcha de ideas ha sido la clave para renovar la energía y la forma de hacer cultura y turismo. Por un lado Wine Spa, situado en el Hotel La Vid, frente al Monasterio de la Vid, lugar perfecto para desconectar; un circuito relajante que evoca a la sensación que transmite la bodega para dejarnos llevar por los sentidos. Por otro lado, la capital burgalesa de Aranda de Duero, da la bienvenida a una nueva oferta gastronómica de la mano de El Lagar de Isilla; el Convento de Aranda, cercando al ya restaurante del grupo bodeguero con una importante selección y oferta culinaria en tapas, raciones y una cuidada variedad de vinos.
El propio José Andres Zapatero afirma que “si de algo nos ha servido este confinamiento es para darnos cuenta de que tenemos que disfrutar del Slowlife, un estilo de vida y de viajar basado en vivir y disfrutar más el momento”. Sin ir más lejos, es sin lugar a dudas, es ofrecer al viajero un turismo sensorial y de experiencias, que nos invita a la reflexión acerca de la necesidad de centrarnos en lo importante, y también del propio valor de poder disfrutar de todos aquellos espacios naturales y abiertos de la oferta cultural nacional.
Ignacio Isidoro Benítez
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