Uno de los atractivos turísticos de la localidad manchega de Tomelloso son, sin duda, sus tradicionales `cuevas´. Se trata de uno de los secretos mejor guardados en el subsuelo: 27 hectáreas de ocupación, más de 4.000 cuevas y un trabajo de construcción llevado a cabo por sus agricultores.
El libro `Historia de una ciudad: Las cuevas de Tomelloso´ recoge fielmente la historia que hay detrás de estos espacios subterráneos que han rendido y rinden culto a la tradición vinícola del municipio.
Una historia contada en pleno distrito centro de Madrid que muestra el mejor de los misterios de la localidad manchega de Tomelloso: sus cuevas subterráneas- las cuales se estiman en más de 4.000 y algunas de ellas todavía presentes en la actualidad-.
Se trata de la presentación literaria `Historia de una ciudad: Las cuevas de Tomelloso´, que llegó a la capital en la Casa Regional de Castilla La Mancha. El autor, Ángel Bernao, plasma en las páginas del libro la importancia y la repercusión social y económica de los más de 100 años de crónica de las `cuevas´, la iniciativa y su posterior construcción para albergar el resultado de la elaboración de los vinos desde el último tercio del siglo XIX hasta nuestros días. Y es que las bodegas están intrínsecamente unidas al municipio y son una de sus principales señas de identidad. Será un recorrido en el que estará acompañado por Natividad Cepeda, la prologuista, y Jose María Díaz; ambos partícipes de la investigación.
La presentación del libro `Historia de una ciudad: Las cuevas de Tomelloso´ tuvo lugar el 2 de junio en la Casa Regional de Castilla-La Mancha de Madrid
El ejemplar se centra en las cuevas que poseía el agricultor medio y que contaba con bodegas de seis, ocho o diez tinajas, donde hay una historia detrás de 125 años. La construcción de las cuevas es el reflejo de un proceso evolutivo que tuvo lugar en el momento en el que los labradores comienzan a guardar el vino en su propia casa; una labor que se extendió con fines comerciales y que trajo a la localidad una importante industria: las destilerías y las alcoholeras.
Se trata de un minucioso trabajo de búsqueda realizado durante casi 20 años con el único afán de conservar y catalogar el patrimonio tomellosero y que el autor se ha encargado de vivir en primera persona pues ha recorrido las reminiscencias de las más de 200 cuevas que perduran a día de hoy y de las cuales algunas son visitables en la actualidad.
Unas bodegas que ocupaban 27 hectáreas del casco urbano y que ahora han visto menguado su espacio en favor de la fundación de las cooperativas como es el caso de la Cooperativa Virgen de las Viñas, que ostenta el título de ser la mayor de Europa. Sin duda, un hecho más que suficiente para otorgarle a esta localidad un prestigio inconfundible. Son nueve las bodegas que han heredado la tradición vinícola de Tomelloso y que tienen el objetivo común de conseguir la máxima calidad en sus vinos porque se trata de sabores de La Mancha que tratan de acercar estos productos al paladar de los amantes de este producto.
Un trabajo el de estas cavas donde la recolección se realiza de forma manual y seleccionando las mejores uvas en su momento óptimo de maduración. Tras una fermentación y maceración que se adecúa a cada tipo de vino, se consigue la máxima expresión de la uva donde se observa el cuidado que tanto el viticultor como el bodeguero ponen durante el proceso de elaboración de estos productos.