Jesús Rojas | Madrid |
Aprovechando el lanzamiento de su nueva obra, la primera parte de una generosa trilogía, hablamos con Lluís Tolosa acerca de la actualidad del sector.
Este sociólogo especializado en cultura del vino y autor de 24 libros sobre vinos y enoturismo, muchos de ellos reconocidos a nivel internacional, sigue teniendo como objetivo principal mostrar al mundo la grandeza del vino español.
Vinos de España. Grandes Zonas Vitivinícolas: valle del Ebro y valle del Duero es el primer volumen de una trilogía que viene a condensar 30 años entre cepas. ¿Qué fue lo que te empujó a atreverte con esta aventura?
Quería hacer un buen libro para explicar la grandeza del vino español al mundo. Lo digo con toda la modestia y al mismo tiempo con esa ambición. Viajo cada año a México y a China porque son los dos casos de enoturismo emergente en el mundo que estoy estudiando. Son dos grandes mercados para el vino español, pero en las catas que imparto veo que el vino español todavía es muy desconocido. También lo he visto en otros países. Este libro es mi aportación personal para que sigamos explicando nuestra cultura del vino a nivel internacional. Pero solo con los capítulos del valle del Ebro y del valle del Duero ya me situé por encima de las 500 páginas y los 1.200 vinos, así que tuve que plantearlo como una trilogía. Este es el primer volumen, donde explico Rioja, Navarra y las cuatro denominaciones de origen de Aragón, en el valle del Ebro, y Ribera del Duero, Rueda, Toro, Bierzo y los Vinos de la Tierra de Castilla y León en el valle del Duero. Luego vendrán dos volúmenes más para el resto de grandes zonas vitivinícolas.
No ha debido ser tarea fácil reunir toda esta información, aunque entendemos que el confinamiento ha jugado a tu favor…
Efectivamente, aproveché el confinamiento para acabarlo, en total han sido dos años de redacción. Escribirlo ha sido fascinante, pero la verdadera aventura es publicarlo. Varias de las mejores editoriales españolas me han pedido libros de vinos, pero ninguna apuesta por este tipo de formato. Ya hace años que lo sé, por eso creé Tolosa Wine Books. La única forma de publicarlo en España era con mi propia editorial. Ahora estoy en conversaciones con diferentes editoriales de diferentes países para publicarlo en otros idiomas, prioritariamente en inglés y en chino.
¿Nos puedes desvelar qué es lo que nos vamos a encontrar en las dos próximas entregas?
Cuando voy por el mundo veo muy difícil explicar el vino español con un mapa de 100 denominaciones de origen. Tampoco sirve la clasificación por comunidades autónomas. Esos dos criterios son muy fragmentados y son más político-administrativos que vitivinícolas. Yo suelo presentar el vino español de una forma más sintética. Este primer volumen está dedicado a los dos grandes ríos que vertebran las dos grandes zonas vitivinícolas de la mitad norte de España, el valle del Ebro y el valle del Duero. Dos zonas muy diferentes entre ellas. El valle del Ebro de influencia mediterránea, baja altitud y clima más moderado, y el valle del Duero de vertiente atlántica, gran altitud de la meseta y clima extremo de veranos muy cálidos e inviernos fríos y largos. Pero ambas con un factor común, que un gran río y sus afluentes son el principal factor de comprensión de la zona vitivinícola, como en otras grandes zonas vitivinícolas europeas, como los valles del Loira, el Ródano y el Garona en Francia, el río Douro en Oporto o los ríos Rin y Mosela en Alemania. El segundo volumen se estructura por otro gran factor condicionante de las zonas vitivinícolas, los mares, así que presentaré nuestros vinos mediterráneos y atlánticos. El tercer volumen lo dedico a los vinos del sur de España, donde lógicamente también hay ríos y mares, pero no son determinantes. El factor principal son las temperaturas, es la única zona de Europa con temperaturas de más de 30 grados durante varios meses de verano, muy determinantes en los ciclos de maduración y en el estilo de vinos, más aún con el cambio climático.
Vinos de España ha recibido dos premios importantes: «Book of the Year in Spain 2020» y «3rd Best Wine Book in the Word 1995-2020», ambos concedidos en los prestigiosos Gourmand World Awards (París).
Eres autor de más de veinte libros sobre vinos y enoturismo. Nos interesa mucho saber cómo ves el futuro del enoturismo con todo lo que está pasando. ¿Crees que las visitas a las bodegas van a cambiar mucho con respecto a lo que veníamos haciendo hasta la llegada del virus?
Toda crisis puede ser una oportunidad, creo que eso es lo que va a pasar con el enoturismo en España. La pandemia nos ha obligado a replantearnos muchas cosas, en los sectores del vino, del turismo, de la restauración y en muchos otros sectores que conforman el enoturismo. Varios cambios necesarios que propuse en mi libro Marketing del Enoturismo. 12 errores habituales, 12 propuestas alternativas se están cumpliendo gracias a las adaptaciones que ha impuesto la pandemia. Teníamos cierta obsesión con la visita a la bodega, con la venta de entradas para enseñar las instalaciones, haciendo muy repetitivas de una bodega a otra las explicaciones del proceso de elaboración del vino y los recorridos para ver depósitos de acero inoxidable, barricas y cadenas de embotellado. Teníamos muy poco desarrollado el concepto de wine tasting, que es el producto enoturístico principal en muchos grandes destinos enoturísticos del mundo. Pues la pandemia nos ha hecho buscar más los espacios exteriores y decenas de bodegas han abierto sus wine bars, algunas a lo grande y otras simplemente con unos palets con unos buenos cojines. También estábamos abusando de los grupos, juntando en el mismo grupo personas de diferentes procedencias y perfiles. La pandemia nos ha obligado a reducir los grupos y nos podemos ajustar más a las expectativas de cada grupo. No es lo mismo un grupo de turistas que un grupo de enoturistas. Los primeros visitan una bodega como podrían estar visitando una fábrica de chocolates. Los enoturistas ya han visitado otras bodegas y otros destinos enoturísticos. La visita y la cata debe ser diferente, no los puedes juntar. Creo que estos y otros factores harán madurar nuestro enoturismo.
Edouard Cointreau, fundador y presidente del jurado de los premios Gourmand, ha calificado a Lluís Tolosa como “uno de los mejores escritores del vino en Europa».
En cierto modo eres uno de los grandes culpables de que en nuestro país haya subido mucho el nivel de conocimiento acerca del vino, tanto entre los profesionales como entre el público general. Eso debe ser muy reconfortante.
No soy tan influyente, lo tengo muy claro. Efectivamente, he publicado más de 20 libros sobre vinos y enoturismo, he vendido más de 100.000 ejemplares, mis libros se han traducido al inglés y al francés y tengo muchos lectores fieles que suelen repetir y compran varios de mis libros. Pero yo publico sobre todo libros sobre la cultura del vino. Son libros de lectura, donde intento divulgar aspectos generales de la cultura del vino. Me interesa la historia y la arqueología del vino, el patrimonio y la economía del vino, el paisaje y el turismo del vino y otros factores que son interesantes para mí y para un grupo muy reducido de lectores. En el sector del vino eso no es influyente. Lo influyente son las puntuaciones de los vinos. Y yo me dedico a las puntuaciones muy puntualmente, solo como un complemento de todo lo anterior. Pero sí, mi profesión es muy reconfortante, aporto mi granito de arena a la divulgación del vino español y algunos lectores se interesan por mi perspectiva de la cultura del vino. Respecto a los reconocimientos, mis principales premios los he recibido en París, en Frankfurt y en China, donde valoran mucho esa perspectiva más cultural del vino, más allá de las puntuaciones, los colores, los aromas y los sabores.
No obstante, una de las tareas que seguimos teniendo pendientes es la de saber vendernos mejor fuera de nuestras fronteras. ¿Por dónde crees que deberíamos empezar a hacer cambios para que se nos tome un poco más en serio a nivel internacional?
La respuesta no es fácil ni inmediata, precisaría de un año de planificación estratégica. Eso es lo que hacen los chinos. Tienen un plan estratégico para su sector del vino que cuando lo ves dibujado sobre un mapa del planeta entero y con perspectiva 2050 te quedas completamente alucinado. Aquí nos falta planificación estratégica, empezaría por ahí. Y trabajaría mucho nuestra comunicación del vino, la calidad ya la tenemos excelente pero hay que comunicarla mejor. Hay mucho por hacer. Pero creo que ahí fuera hay mucho interés en el vino español. Y me refiero al vino español envuelto en cultura del vino.