Jesús Rojas | Madrid |
Tanto si buscas un plan romántico, como una enoescapada con amigos o una experiencia en familia, la provincia de Alicante, tradicional destino de sol y playa, también es un lugar a tener en cuenta desde el punto de vista enoturístico.

Muchos desconocen que el interior de la Costa Blanca alberga lugares cargados de historia y tradición vitivinícola. Pues bien, resulta que un total de 10 localidades y una mancomunidad de municipios conforman la Ruta del Vino de Alicante, que, de norte a sur y de la costa al interior, ofrece experiencias que vinculan lo mejor de su mapa gastronómico con un patrimonio monumental, natural, y por supuesto, buen vino.

Al norte, en la zona de La Marina, se sitúan l´Alfàs del Pi, Teulada–Moraira, Calp y la mancomunidad de municipios de la Vall de Pop. Hacia el sur, encontramos la zona del Vinalopó, donde se localizan Algueña, Monóvar, Petrer, Pinoso, Salinas, Sax y Villena.

La asociación cuenta con 21 bodegas adheridas, además de restaurantes, alojamientos, enotecas y empresas de ocio activo por todo su territorio. Estos vinos están amparados por la DOP Vinos Alicante. La uva Monastrell, localizada el Vinalopó, y la Moscatel de Alejandría, en la Marina Alta, son las variedades autóctonas y predominantes que dan origen a unos vinos propios de cada una de estas zonas. Entre todos esos vinos destaca uno: el Fondillón. Un vino histórico que siempre presente ha estado presente en casas reales y ha participado de leyendas y testimonios literarios.

Y es que su privilegiado clima durante todo el año hace de Alicante el destino ideal para practicar enoturismo. Veranos cálidos, meses secos y muchas horas de insolación confieren al viñedo las condiciones idóneas que dan origen a unas uvas de una calidad sobresaliente. De hecho, la añada 2020 de la DOP Alicante ha sido calificada como «Excelente» tras la valoración de los vinos procedentes de esta vendimia.

En la ruta se une la oferta gastronómica con la experiencia en bodega y viñedos, sin olvidar la posibilidad de completar la escapada con una visita cultural para conocer mejor la historia de nuestros territorios.

Este es el mejor momento para dar la bienvenida a todas aquellas personas que deseen vivir una experiencia de calidad con todas las garantías de seguridad. Sintiendo la tranquilidad que le ofrecen nuestros profesionales de la ruta, a través de un enoturismo de proximidad, seguro y saludable.