Director de Enoturismo 360º
El tren del vino de Valladolid ya está en marcha, los vinos de Madrid suben su comercialización gracias a las visitas registradas en los últimos años a sus instalaciones, el reconocimiento del enoturismo a nivel internacional es manifiesto, pero hay zonas productoras de vino en España que parece que no se han enterado de que va el asunto.
En los dos primeros meses de 2018 las exportaciones de vino español a nivel mundial se mantienen en volumen y crecen en valor, en casi todos los países. El interés por vinos, ya no a granel como hace años sino embotellados y de precios medios y altos es manifiesto.
SI nos centramos en Ciudad Real, la diputación está promocionando el desarrollo rural y enoturístico. Las empresas privadas no se quedan atrás. La Encomienda de Cervera, bodega de Almagro, recibe grupos para mostrar su finca, sus elaboraciones peculiares, sus vinos con crianza particular y catar sus productos: vino, aceite y queso.
Es una muestra más del esfuerzo por el desarrollo de un turismo que a la larga acoge a los visitantes interesados en la Cultura de España, con mayúsculas. Porque estos turistas están interesados en la cultura del vino, pero también en todos los atractivos de una zona: patrimonio, naturaleza, gastronomía…
Desde el punto de vista de las exportaciones Ciudad Real ha conseguido situar operaciones por en cima del valor de un millón de euros en tan sólo dos meses en nueve países de diferentes continentes. Los tres primeros países: Francia, Alemania e Italia, sitúan su cuenta por encima de los 10 millones de euros en valor y suman más de 540 operaciones entre ellos.
Estas cifras hacen considerar que el vino de Ciudad Real sigue siendo uno de los sectores que más ofrecen a la economía de la provincia. No obstante se sitúa en el segundo puesto a nivel nacional, sólo por detrás de Barcelona, y ya por encima y con mucha diferencia de Rioja Valencia, Alava o Albacete. El valor de las exportaciones totales está por encima de los 70 millones de euros.
En esta evolución si es cierto que hay crecimiento en valor muy llamativos en diferentes países. Más que analizar los datos de forma particular, sí habría que destacar que en algunos de los mercados importantes empiezan a producirse bajadas en el número de operaciones y subidas en el valor, lo que supone un interés creciente por los vinos de calidad y de precio más alto.
Ahora sólo queda que todos esos consumidores finales interesados en los vinos de España y de Ciudad Real puedan ser acogidos y atraídos por el turismo del vino, para que se pueda cerrará el círculo y puedan apreciar los productos en su lugar de origen. Una experiencia necesaria y única para todos los que nos gusta viajar y disfrutar la cultura, del patrimonio, de la naturaleza en el sitio, no a través de lo que nos cuentan.