jorgeJorge Solana Aguado


Director de Enoturismo 360º

 

El turismo del vino se ha convertido en uno de los grandes dinamizadores de las zonas rurales y no tan rurales en el interior. El viñedo y la cultura del vino son ya protagonistas a la hora de atraer a los turistas a estas zonas que cuentan con la gastronomía, el patrimonio, la cultura y la naturaleza como grandes aliados del mar de viñas.

Lejos del convencional protagonismo que tienen muchas zonas costeras en la atracción de los turistas nacionales e internacionales, el Enoturismo se ha erigido en los últimos tiempos en una alternativa cada vez más explotada por las zonas productoras de vino, que en España son muchas.

Sólo hace falta darse cuenta de algunas cifras para entender que toda España es un mar de viñas ya que contamos con 70 Denominaciones de Origen, dos de ellas definidas como Calificadas, Rioja y Priorat, 16 Pagos, e infinidad de viñas que producen vinos con especificaciones de Indicación Geográfica Protegida, de Vinos de la Tierra o de Vinos de Mesa.

En este mar de viñas, el Enoturismo y sus turistas, han sustituido el interés por la olas, por la arena, por el chiringuito, por un interés cada vez más creciente por las variedades de uva, por el terruño, por la bodegas, pero todas estas disciplinas además están asociadas a un entorno en dónde el deporte, la cultura, la gastronomía o el patrimonio histórico o natural son un complemento indispensable.

Muchas de las grandes Rutas del Vino de España, recepcionadas por este club de producto perteneciente a la Asociación de Ciudades Españolas del Vino (ACEVIN) se preocupan por generar actividades paralelas a las visitas a sus viñedos. Desde muchas rutas se han puesto en marcha actividades que vinculan a este sector con el deporte, con maratones entre viñedos, rutas por vías y senderos para recorrer en bici o a pie. En el caso de otras rutas, la apuesta ha sido por el arte y la cultura a través de la música o el contacto con la historia.

Las bodegas españolas, cómo empresas privadas, también han tomado iniciativas importantes. Una de las principales empresas a nivel nacional y con un fuerte impacto a nivel internacional como es González Byass en Jerez, pone en marcha este año una nueva edición del Tío Pepe Festival. Por su parte, Pagos del Rey en Toro y del Grupo Félix Solis, ya empieza a programar sus actividades para una nueva cita de Crianzas Escénicas.

En lugares muy concretos y con una gran tradición por la cultura del vino, como es el caso del barrio de la estación de Haro, ya se programa una nueva cata para el mes de junio.

En este mar de viñas, Castilla-La Mancha acoge muchas actividades y la Junta ha apostado en este inicio de 2018 por el desarrollo de las Rutas del Vino dentro de la región. Algunas de ellas ya puestas en marcha y otras por desarrollar y con el fin de que se puedan certificar dentro del club de producto de ACEVIN.

Todas estas apuestas, públicas y privadas, no tendrán ningún sentido si no hay un esfuerzo de marketing y comunicación que acompañe la generación de productos interesantes para los turistas del vino. Tan importante es ofrecer una buena experiencia turística, llena de emocionantes sensaciones, cómo dar a conocer lo que se ofrece. Es aquí donde nace

El mar de viñas en el mayor viñedo del mundo es el máximo exponente para un crecimiento del Enoturismo y de la cultura del vino que convierta a cada municipio en centro del desarrollo rural a partir de los visitantes recibidos y acogidos.