Jorge Solana Aguado |
El municipio de Peñafiel se convierte en el centro neurálgico de la vendimia en la Ribera del Duero. Su Fiesta de la Vendimia es ya una tradición y llega este año a su XXVIII edición. Por su parte, RIBERJOVEN, Feria del Vino Joven y la Gastronomía se ha convertido en un encuentro enoturístico por excelencia y se celebra del 4 al 6 de octubre.

Esta feria del vino joven y la gastronomía está enfocada al amante del vino, ya que durante sus días de celebración, los visitantes pueden degustar una buena selección de vinos jóvenes de la Ribera del Duero en un lugar tan emblemático para la Denominación de Origen como es Peñafiel.

Riberjoven ha estado siempre muy ligado a la gastronomía y las tapas de cada edición intentan sorprender al visitante año tras año, y es que son los propios clientes los que elijen la tapa más popular en el Concurso de Pinchos Riberjoven, un certamen que surgió con la intención de ofrecer innovación y calidad en miniatura a los muchos turistas que se acercan a la cuna de la Ribera del Duero atraídos por la gastronomía durante la época de la vendimia.

Enoturismo en la Milla de Oro

Desde Aranda de Duero hasta Valladolid, cruzando precisamente por Peñafiel se extiende la que es conocida como la Milla de Oro de las bodegas y el vino de la Ribera del Duero. Quizás en esta carretera se sitúen las empresas del sector con mayor renombre por sus vinos.

A lo pies del Castillo de Peñafiel, fortaleza de uno de los Museos del Vino más destacados, se establecen Bodegas Protos que ofrece la posibilidad de visitar sus dos bodegas, la antigua que recorre el interior de la montaña y la nueva diseñada por Rogers Stirk Harbour + Partners y Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados.

Una de las grandes fincas históricas de la Ribera del Duero es Dehesa de los Canónigos. Ubicada en Pesquera de Duero, su nombre hace referencia al primer propietario, el Cabildo de la Catedral de Valladolid, compuesto por 22 monjes canónigos. La familia Sanz Cid señala como especial el ser capaces de en una visita sentir la Dehesa, vivir su historia, conocer el viñedo, el proceso de elaboración de los vinos, los prueben y disfrutar de la experiencia.

El último informe de Rutas del Vino de España destaca el impacto económico del enoturismo en España. El volumen de negocio producido solamente por las visitas a bodegas y museos del vino continúa ascendiendo, situándose ya en 80.967.646 euros, lo que supone un crecimiento del 20,5% respecto al año 2017.

En este sentido, Bodegas Familiares Matarromera apuesta por el enoturismo como factor dinamizador de la economía de la zona en la que está presente. Todas sus bodegas son visitables y todas están adaptadas para la celebración de eventos, catas o presentaciones. Además, completa su oferta con un hotel rural formado por dos casas, ubicadas en Valbuena de Duero (Valladolid).

Al margen de las muchas experiencias clásicas o sensoriales que propone Bodegas Emilio Moro, la familia ha puesto en marcha un viñedo solidario que surge de la sensibilidad, por colaborar en la mejora de las condiciones de vida de las personas más desasistidas, especialmente, por el difícil acceso al agua potable. Establecida en marzo de 2008, la Fundación Emilio Moro sigue dando sus frutos gracias al esfuerzo y compromiso de todos sus patronos y colaboradores que con iniciativas como Apadrina tu Cepa mantienen la ayuda viva. La época de vendimia es el mejor momento para visitar este proyecto y, quizás unirse a él.

La visita a bodegas de esta Milla de Oro, como Vega Sicilia, Bodegas Arzuaga Navarro, Pago de Carraovejas, Hacienda Monasterio, Bodegas Mauro, Abadía Retuerta y muchas más puede ser especial en esta época del año.

Aranda, el epicentro de la Ribera Burgalesa

La localidad de Aranda de Duero se ha erigido en el centro de la Ribera. Lejos y cerca de las tierras de Valladolid bañadas por el río Duero, una visita a Aranda supone situarse cerca hasta 3 parques naturales ubicados entre las provincias de Burgos, Segovia y Soria. Estos lugares, La Hoces del Duratón, Hoces del Río Aza y Picos de Urbión son ideales si buscáis un turismo de naturaleza, con sendas y paisajes espectaculares.

En plena naturaleza y rodeada de extensos pinares se encuentra Bodegas Ferratus, un proyecto en el que la familia Cuevas Jiménez ha puesto gran ilusión desde hace años para elaborar vinos de alta calidad, con F de Finura, con F de Fuerza, con F de Futuro.

La ventaja de estar cerca de Aranda es que las opciones de alojamiento y de visitas a multitud de lugares de interés patrimonial, cultural, natural y de todo tipo se multiplican.

enoturismo Ribera del Duero

El calado o bodega de Lagar de Isilla que se puede visitar en Aranda de Duero.

La historia se apodera de esta zona llena de cuevas, de galerías, de calados que visitar. Un ejemplo de ello son las propias instalaciones en el centro de esta localidad de las Bodegas Lagar de Isilla.

 No muy lejos podrá visitar una bodega centenaria, Bodega Torremilanos donde disfrutará de una experiencia completa donde el enoturismo se mezcla con la tradición, la gastronomía y la cultura. Además, las instalaciones tienen un hotel, pero tan especial como que está dentro de una finca vinícola con más de un siglo de tradición

Si ha pensado alguna vez que lo mejor sería ponerse en situación desde el principio y visitar una bodega con una copa en la mano, se lo proponen en Bodegas Cair. Un recorrido guiado por las instalaciones de la bodega. Comenzará catando un vino en El Pino, rodeados de un entorno único, las cepas, génesis de la magia embotellada. Y podrá disfrutar de varios vinos, catándolos desde la barrica a lo largo del recorrido.

La historia, por supuesto, ha dejado paso a las nuevas construcciones e instalaciones, pero las familias vinícolas no pierden de vista a sus ancestros y se han preocupado de recuperar el contacto con el territorio. La ubicación la moderna bodega de Pagos del Rey en la pequeña localidad de Olmedillo de Roa no es una casualidad. La decisión se debe a lazos familiares, pues la esposa de Félix Solís Yáñez nació en esta zona y su familia poseía viñas.

Con estos lazos familiares, los datos indican que el enoturismo ya no es cosa de grupos de amigos o de parejas, sino también una actividad de ocio para disfrutar de una experiencia en familia. Bodegas Prado Rey ha apostado por ello e incluye un programa en donde además de las bodegas se puede visitar una vaquería con leche fresca y terneros, una visita al parque arqueológico infantil de Roda de Duero o al Museo del Vino con cata de mosto o la opción de visitar el Mueso del Juguete en Aranda.

Con estas mil y una opciones, la Ribera del Duero se presenta como un lugar para disfrutar del momento de la vendimia. Eso sí, la recomendación es ir con los planes hechos y cerrados, sino igual nos quedamos abrumados de la cantidad de opciones y del poco tiempo que tenemos para hacerlo.