Jesús Rojas | Madrid |
Dominio de Tares, una de las bodegas pioneras de El Bierzo, celebra su 20 aniversario. Y aprovechan esta vendimia para conmemorar la fecha en la que un grupo de amigos pusieron en marcha un proyecto que siempre ha tenido como objetivo descubrir al mundo las enormes posibilidades de las variedades autóctonas Mencía y Godello.

Dominio de Tares se convirtió en el año 2000 en una de las bodegas de vanguardia más influyentes en el resurgir de los vinos bercianos de alta calidad.

Fueron ellos quienes apostaron desde un primer momento por elaborar vinos que fueran respetuosos con lo que El Bierzo y su terruño tienen para ofrecer al mundo. A lo largo de todo este tiempo, Dominio de Tares ha contribuido al resurgir de estos vinos y se han convertido en pioneros en la elaboración de vinos de guarda y larga crianza.

Si hay algo que no ha cambiado en estas dos décadas es la pasión por el vino que mueve a sus creadores y, en concreto, ese anhelo por la recuperación de viñedos viejos para así poder elaborar vinos diferentes a los que había en el mercado en ese momento. Es  lo que llevó a sus fundadores a buscar intensamente en diferentes zonas de El Bierzo para encontrar los mejores pagos de la Denominación, donde encontramos ubicaciones y suelos muy diferentes.

Durante estos 20 años, el equipo de la bodega ha mantenido el mismo espíritu emprendedor y amor al terroir con el que comenzó la aventura de Dominio de Tares. Siguen la misma filosofía y principios con la que comenzó su historia: búsqueda de los mejores viñedos, identificación de sus vinos con la expresión de un terruño y la actualización constante en la forma de elaborar para llegar a los nuevos consumidores.

Cepas Viejas, su primer vino

El vino más emblemático de la bodega Dominio de Tares nació casi al mismo tiempo que la bodega, y su salida al mercado puso en valor los viñedos viejos de Mencía. Cepas Viejas se presentaba como un vino moderno, diferente y con crianza en el que la uva Mencía era la verdadera protagonista.

En su momento fue un vino revolucionario y, gracias a él, Dominio de Tares llegó a un público diferente, con un perfil más gourmet y con un mayor conocimiento, un público que empezaba a demandar vinos de zonas y variedades diferentes.

Cepas Viejas se convirtió así en el referente de los nuevos vinos de El Bierzo. Desde su primera añada hasta ahora, la bodega ha conseguido que este vino llegue a cualquier punto de la geografía española, además de estar presente en numerosos países, siendo también una de las pioneras en la exportación de vinos de El Bierzo.