Enoturismo 360 | Madrid.
Miguel Ángel Gayubo es el presidente de la Ruta del Vino de Ribera del Duero. Una de las rutas con mayor número de bodegas y que abarca una gran zona geográfica. Desde Aranda de Duero hasta la conocida como “milla de oro” del vino en España en la zona de Valladolid, la rtua pasa por diferentes provincias y las experiencias por vivir son muy variadas.
En esta entrevista con Enoturismo 360º nos expresa algunas de sus sensaciones sobre este turismo que comienza a especializarse, cómo se ha desarrollado en los últimos años, y lo importante que será para el desarrollo del turismo rural y sostenible en el futuro.
P: En 2001 nace el Club de Producto de Rutas del Vino de España. ¿Cómo ha cambiado el turismo del vino desde entonces?
R: Lo que empezó para muchos como una moda pasajera ha demostrado que, lejos de ser flor de un día, se ha convertido en una tendencia indispensable para los territorios enológicos. Hace 20 probablemente solo hacían enoturismo expertos vinculados al sector, pero pocos consumidores se atrevían a explorar el mundo de las bodegas. En estos años las bodegas han acercado y dulcificado el discurso que emplean en sus visitas, haciendo accesibles conocimientos técnicos de la elaboración.
P: La marca RVE establece unos criterios de calidad y diferencia a estas rutas frente a otras propuestas enoturísticas, ¿cuáles diría que son estas características diferenciadoras?
R: Calidad y garantía de unos servicios que han sido supervisados.
Pertenecer a un colectivo empresarial y de municipios con espíritu de anfitriones, que son capaces de trabajar en red para recomendarse los unos a los otros sabiendo que la competencia es signo de buena “salud” en un marco territorial.
P: ¿Qué destacaría entre los criterios de calidad que se exigen para pertenecer a las Rutas del Vino?
R: La transparencia que se pide a los establecimientos respecto a la información y condiciones de sus ofertas, la señalización turística que llevan a cabo las Rutas para facilitar el flujo de turistas en el territorio, las sinergias que se generan entre establecimientos, las acciones de fidelización y postventa con los clientes y, por supuesto, el tratamiento del vino, de su servicio y presentación, del momento de la degustación o venta, que debe ser siempre impecable.
P: ¿Qué planes de turismo más sostenible plantean en su ruta?
R: Actualmente cooperamos con el Parque Natural Hoces del Río Riaza en la renovación de su Certificación como Espacio Natural Sostenible Europeo (CETS) como ente local dinamizador. Tener un Parque Natural en una Ruta es un valor añadido incalculable y más aún si hablamos del que representa la mayor colonia de buitre leonado de Europa.
Por otro lado, estamos elaborando el Catálogo de Árboles Singulares de la Ribera del Duero y esperamos poder abordar en breve el de Aves, para fomentar el ecoturismo y el turismo ornitológico también.
Por último, seguimos apostando por las nuevas tecnologías para informar a nuestros turistas, con la app Inventrip y los dispositivos Beacons que tenemos instalados en las señales de la Ruta y que hemos comenzado a instalar en los establecimientos también. Esperamos que este canal de información nos permita imprimir menos papel destinado a folletos y que a los adheridos les permita también reducir esta parte.
P: ¿Cómo definiría el concepto de turismo de vino de cara al público interesado?
R: El turismo del vino es un tipo de turismo rural, que nace para ser disfrutado con tiempo y sin prisas. Que se puede vivir en familia, en pareja, con amigos o con motivo de un viaje de trabajo. El vino es, probablemente, el elemento social que está presente en la mayoría de momentos especiales de nuestras vidas y poder conocer el origen de su elaboración completa el círculo de este producto.
P: Respecto a la pregunta anterior, ¿qué enfoque utilizan en su ruta para atraer a aquellos que desconocen aún este tipo de turismo?
R: Intentamos sobre todo alejar esa idea de turismo elitista o reservado solo para público experto en la materia. De hecho, nos interesa mucho que el consumidor de a pie, el que se considera mero aficionado pero que da valor al vino, sea nuestro prescriptor, porque suelen ejercer muy bien de embajadores cuando hablan del turismo experiencial que se vive en el enoturismo.
P. ¿Cuáles han sido las experiencias/actividades mejor acogidas por el público dentro de la Ruta en los últimos años?
R: Si hablamos de iniciativas de la Ruta, por descontado que nuestra presencia en varios eventos de la comarca nos ha permitido acercarnos más al público. La Vuelta Ciclista a la Ruta del Vino Ribera del Duero, que recorre las 4 provincias o nuestro espacio destinado a las familias Sonorama Baby, dentro del festival de música, son dos de los eventos que podríamos destacar. La celebración del Día Europeo del Enoturismo es algo con lo que hemos comenzado desde el año pasado, hasta la fecha nos hacíamos eco de las actividades que hacían nuestros adheridos, pero no abanderábamos la iniciativa y esperamos que en los próximos años se convierta en una fecha señalada de nuestro calendario.
Por el contrario, tengo una espinita clavada con el tema de la movilidad de los turistas, a través de un bus del vino que permitiera de forma cómoda y olvidándose del coche disfrutar de una estancia en nuestra Ruta. No hemos logrado materializarlo, aunque nos consta que tenemos todos los ingredientes para que pudiera llevarse a cabo. Considero que será algo a retomar y que con el apoyo de nuestros empresarios lo conseguiremos.
P: Es difícil destacar algo de su ruta cuando hay tanto por descubrir, pero ¿cuáles diría que son los lugares con más encanto?
R: Todo dependerá de las motivaciones del viaje. En la Ribera tenemos desde arquitectura tradicional y vanguardia, el río Duero, castillos y fortalezas, miradores, un Parque Natural en el que podemos encontrar rapaces y viñas, un espectáculo… conjuntos de bodegas subterráneas que nos transportan en el tiempo y, por supuesto, templos, monasterios e iglesias… ¡estamos en Castilla no lo olvidemos!
Nos dirigimos al sector joven, consumidor del futuro, pero los jóvenes son inquietos y les gusta menos planificar los viajes
P: ¿Se puede encontrar este año más enoturismo joven?
R: El turista joven es hacia el que nos dirigimos, que será el consumidor de mañana. Es cierto que la capacidad de gasto depende mucho de la edad y, si nos fijamos en ese criterio, probablemente se muevan más los turistas de un tramo superior, pero los jóvenes son inquietos y les gusta menos planificar los viajes por lo que a veces su decisión de visitarnos en repetidas ocasiones no sigue un patrón que nos de tantas pistas como un público comprendido entre los 36 y 55 años, por ejemplo. Este tramo de edad suele encontrarse en situación familiar con niños y planifican más sus escapadas, pero es cierto que cuando un destino cumple con todas sus inquietudes, se convierte en cliente fiel y nos consta, sobre todo a través de nuestros alojamientos rurales, que son repetidores y siempre consiguen hacer actividades y visitas distintas.
P: ¿Cuáles son los vinos que tienen mejor acogida en este público (joven)?
R: Actualmente la tendencia de los rosé, de los rosados pálidos y de los blancos atrae mucho a los jóvenes, que lo asocian probablemente a un entorno más festivo, estival y de disfrute menos “formal” que lo que requiere el descorche de una botella de tinto. No obstante, hay movimientos en este público que nos indican que ya incluyen los tintos jóvenes y robles entre sus indispensables.
P. El consumo responsable es un objetivo principal al acercar la cultura del vino a diferentes públicos, ¿Son conscientes los consumidores jóvenes?
R: Probablemente lo sean más que los de nuestras generaciones porque han crecido bajo la influencia de fuertes campañas por parte de organismos como la DGT. La cultura del vino va ligada inherentemente a un consumo responsable, porque lleva implícito un valor educativo, no se trata solo del mero hecho de consumir alcohol sino de descubrir a través de la cata y degustación todo lo que encierra una botella de vino.
P: ¿Cree que se está logrando una mayor difusión de la cultura del vino gracias a propuestas como estas?
R: Por supuesto y ahí tenemos que agradecer mucho la labor del Consejo Regulador de la Denominación de Origen a través de sus campañas como la de #espírituRibera, su participación como patrocinador principal de Sonorama, la Seminci de Valladolid, la Gira #espírituRibera, etc
A los turistas extranjeros le gusta comer bien, visitar varias bodegas, catar muchos vinos y empaparse de nuestro patrimonio
P: ¿Cómo es el turista extranjero de su ruta?
R: Es un turista de media estancia, o que tiene planificada una larga ruta y nos incluye en su itinerario. Le gusta comer bien, visitar varias bodegas, catar muchos vinos y empaparse de nuestro patrimonio. También vienen motivados por todas las actividades al aire libre relacionadas con el senderismo, rutas en bici…
Sobre el grado de repetición, me remito a la infografía publicada por Rutas del Vino de España que nos sitúa como Ruta favorita de los viajeros y la primera de sus listas en próximos viajes. ¡Algo haremos bien!
P: ¿Qué proyectos se están llevando a cabo para acercar al turismo extranjero?
R: Colaboramos activamente a través de las OET’s trayendo misiones de viajes de prensa y agencias de viajes especializadas que permitan acercarnos a nuestros clientes de fuera. Por otro lado, tenemos presencia en todas las ferias internacionales a través de los espacios de la Junta de Castilla y León, lo que nos abre una ventana muy interesante.
P: El crecimiento del sector del turismo del vino ha sido rápido en los últimos años. ¿Qué previsiones tienen para 2019-2020?
R: En cuanto a Rutas estamos seguros que más de un destino nuevo se va a sumar a esta gran familia de Rutas del Vino de España. En lo que respecta a Ribera del Duero, cerramos 2018 con la incorporación de 11 nuevos adheridos entre establecimientos y municipios y seguimos visitando empresas que quieren incorporarse a la Ruta, vamos a continuar creciendo. Este dato es muy relevante, no olvidemos que la Ruta del Vino Ribera del Duero nació en 2006 y tras 13 años seguimos hablando de un proyecto vivo, que suscita interés de los empresarios y que se ha posicionado como el organismo dinamizador de la comarca ribereña.