Murviedro es la bodega valenciana de origen suizo con sede enológica en Requena que hace ya unos años puso en marcha un proceso de rehabilitación de lo que hoy es la ‘Bodega Histórica’ que se alza en el barrio de La Villa y que inauguró en 2017 con motivo de la conmemoración de su 90 aniversario.

A lo largo de estos cinco años, esta atractiva propuesta de enoturismo cultural ha gozado de muy buena acogida, algo que en los últimos meses se ha visto reforzado gracias al elevado número de solicitudes que han recibido para ir a visitar sus instalaciones.

Las reservas anticipadas a la ‘Bodega Histórica’ de Murviedro no paran de crecer e incluso ya hay visitas concertadas para el próximo año 2022.

Nos hemos ido hasta la Plaza de Albornoz de Requena, que es donde se encuentra esta Casa-Museo que esconde en el subsuelo un espacio fascinante, para conocer a Ana García, Responsable del Departamento de Enoturismo, y que ella misma nos descubra qué es lo que hace tan especial este espacio cargado de historia.

Definís vuestra propuesta como «enoturismo cultural». Para quien aún no la conozca, ¿en qué consiste?

En nuestras visitas nos remontamos al origen del vino en la antigüedad, repasamos la historia de su producción en nuestra comarca desde la época ibera hasta nuestros días. Murviedro no es una bodega más, es un lugar donde conectar con la historia y sentir el legado de un pasado vinícola en primera persona. Las visitas comienzan situando al visitante en el contexto histórico del casco antiguo de Requena, continuamos conociendo de cerca la microvinificación de nuestro vino más cuidado, ‘La casa de la seda’. A continuación, descendemos al subsuelo para visitar la ‘Bodega Histórica’ que se conserva en su estado original y terminamos la visita con una cata de nuestros vinos.

En vuestro caso se reparten el protagonismo las plantas superiores y el subterráneo, ¿qué suele llamar más la atención a los visitantes?

Sin duda, el momento mágico del descenso al subsuelo es el momento estrella de la visita, sentir el cambio de temperatura, la misma humedad y el mismo silencio del pasado emociona a cualquiera. A mí misma, a pesar de estar acostumbrada, vivir con los visitantes ese momento en el que descubren que hay un mundo paralelo bajo nuestros pies, me sigue impresionando.

En general, este verano ha tenido una excelente acogida el enoturismo en nuestro país. En vuestro caso, parece que la tendencia sigue a la alza.

Estamos muy agradecidos por todo el apoyo recibido. Este año se han superado todas nuestras expectativas, los tiempos para poder reservar se han incrementado notablemente hasta llegar a tener que reservar con más de un mes de antelación. Ante esto solo podemos sentirnos orgullosos y agradecidos por tener a todo el equipo que tenemos detrás. Es una señal de que estamos haciendo llegar de una manera correcta nuestra pasión por la historia y por nuestros vinos.

A punto de convertiros ya en una bodega centenaria, ¿qué le pedís a esta nueva temporada que arranca tras la vendimia?

El consumidor de vino cada vez es más exigente y especializado. Somos conscientes de esta evolución y trabajamos todos los días para innovar y sorprender a los amantes del vino. Desde los primeros pasos de nuestros antepasados suizos hasta nuestros días, el mundo del vino ha cambiado mucho, y en este punto vamos a continuar esforzándonos para elaborar vinos de más valor añadido de una forma sostenible. Nuestra ‘Bodega Histórica’ es el punto de encuentro perfecto para fusionar historia, vitivinicultura y pasión. Nuestro objetivo es claro, acercar a la gente lo mejor que tenemos: nuestros vinos y nuestra filosofía de sostenibilidad.