Victoria Llorens |
Las primeras referencias del vino en Málaga se remontan a la llegada de los fenicios a sus costas en el s. VIII quiénes no solo introdujeron vinos procedentes del mediterráneo oriental sino que además cultivaron la vid en
asociación con los grupos autóctonos elaborando vinos.
Después de siglos de historia, el 5 de febrero de 1924 se hace realidad la inscripción de la marca Málaga, solicitada por la Asociación Gremial de Criadores Exportadores de Vinos de Málaga. Quedó publicada en el Boletín
Oficial de la Propiedad Industrial. Nueve años más tarde, se creó el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga. Actualmente, Málaga cuenta cuenta con tres Denominaciones de Origen: las Denominaciones de Origen
«Málaga», «Sierras de Málaga» y “Pasas de Málaga”.
La Ruta del Vino de Ronda y Málaga tiene como objetivo “convertir su itinerario en un excelente reclamo para atraer un turismo con unas motivaciones orientadas a vivir experiencias turísticas de calidad”. Se trata de
un proyecto creado e impulsado por el sector del vino que cuenta con el compromiso institucional y el apoyo de la Diputación provincial de Málaga. Un proyecto que apuesta por la calidad y por generar experiencias únicas a sus visitantes.
En este caso, el vino de Málaga aporta a la cata multitud de sensaciones. Se trata de un vino que incita a la curiosidad por su gama de colores, sus aromas e increíbles sabores.
Por ello, te proponemos la visita a las siguientes bodegas. Para que puedas acercarte un poco más y conocer todo lo que desees sobre los vinos de Málaga.
Un austriaco ecológico en Ronda
Se trata de Bodegas Kieninger, nacidas bajo el brazo de Martin Kieninger, un austriaco que reside en Ronda desde el año 1998. Su pasión y el interés por el cultivo del vino le viene de familia y a su llegada a España comenzó su proyecto. Plantó una finca ubicada en la falda de la Sierra de las Cumbres de Ronda y apostó por la agricultura y producción ecológica. Los tratamientos de las plantas en los viñedos se hacen a través de medios biológicos. Utilizan organismos beneficiosos, aceites naturales, jabones que fortalecen las plantas y el cobre y los preparados de azufre solo los utilizan cuando las condiciones climáticas lo exigen.
La crianza tiene lugar en barricas de roble de alta calidad durante un periodo de entre seis y veinte meses. Se lleva a cabo en una Bodega embovedada en piedra y bajo tierra. Pero quizás el aspecto esencial sea el de las variedades tan especiales: Blaufraenkisch, Zweigelt, Tintilla de Rota, Garnacha Tinta, Cabernets, Sauvignon y Franc Merlot y Pinot Noir.
Si deseas visitar Bodegas Kieninger, lo harás bajo la mano del propietario y bodeguero Martin Kieninger. Él os guiará por los viñedos dándoos información sobre su forma de tratar las vides y la tierra. Después, podrás visitar la sala de elaboración, la sala de crianza, mencionada anteriormente, y para finalizar, pasarían a una degustación de tres de sus vinos acompañados de quesos y pan. La visita dura aproximadamente una hora y media, y estamos seguros de que se te pasará volando.
Málaga Virgen, Sol de Málaga y Trajinero con más de un siglo de historia
Este es el caso de Bodegas Málaga Virgen, fundadas en 1885. Un hombre emprendedor y apasionado por el mundo del vino, Salvador López López, inicia con los vinos producidos en sus propios lagares la idea de fundar unas bodegas para la producción, elaboración, crianza y comercialización de sus vinos. Once años más tarde, se asocia su hermano y lanzan juntos al mercado tres grandes marcas: Málaga Virgen, Sol de Málaga y Trajinero.
Actualmente, la bodega familiar cuenta con más de 130 años de historia. Dirigida por la cuarta generación y casi entrando la quinta. Son 34 los vinos que elaboran actualmente bajo las Denominaciones de Origen Málaga y
Sierras de Málaga, siendo MÁLAGA VIRGEN la marca y producto líder en Mercado Nacional y SOL DE MÁLAGA en Internacional.
Todos sus vinos son elaborados mediante uvas Pedro Ximénez, Moscatel de Alejandría, Chardonnay, Verdejo y Syrah. También son mayores productores de Brandy y exportan a 31 países de alrededor del Mundo.
Además, apuestan por una vendimia nocturna con bajas temperaturas que permiten que los niveles de azúcar de las uvas sean más estables y por consiguiente, una mejor calidad. Con bajas temperaturas, la cepa sufre menos
cuando son recolectados sus racimos. Una producción moderna y eficaz con el fin de elaborar vinos exclusivos y a medida.
Alegrando la Costa del Sol desde 1880
La tradición vitivinícola viene de 1670, pero no es hasta el año 1825 cuando se empieza crear Bodegas Quitapenas. Ramón Suárez junto a su esposa María Aguilar heredan unas obradas viñas en Cútar, Málaga. En el año 1870, Ramón
Suárez hace testamento a favor de sus hermanos dejando a su sobrino, Francisco Suárez Pineda, las viñas, paseros y el lagar.
En el año 1878, hubo una enfermedad de la viña llamada “Filoxera” que se extendió por toda la zona. Entonces se trasladaron al Valle de las Viñas de Mariflores del Palo. Aquí es donde traslada también el negocio de vinos y
comidas, fundando en 1880 las conocidas Bodegas Quitapenas.
Tras los traslados, los primeros vinos producidos en aquel lugar fueron el «Moscatel Extra, o Quitapenas», el «Montes» y el «Málaga Lágrima» acompañando al delicioso conejo con arroz, dando fama en toda la provincia a
esta centenaria casa en sus primeros años.
Fue en 1940 cuando toman las riendas de la empresa sus hijos Francisco, José y Maximino Suárez Tijeras. Quiénes iniciaron el embotellado de vinos y la fábrica de licores y aguardientes. Por este motivo, hubo ampliación de la
capacidad de producción, almacenamiento y crianza de vinos. Además, en esa época Bodegas Quitapenas ingresan como miembro del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga.
Generación tras generación siguen persiguiendo el buen hacer del vino y a día de hoy, las bodegas se han adecuado a las nuevas tecnologías y necesidades de los mercados actuales.
Podrás visitar estas bodegas mediante visitas guiadas donde disfrutarás de su historia, de sus procesos de elaboración y por supuesto, de sus vinos.