Pablo Garrido | Madrid |
A causa del COVID-19, la actividad de Fedishoreca, Federación Española de Empresas de Distribución a Hostelería y Restauración, se ha visto afectada con más del 90% paralizada, tal y como afirma José Manuel Fernández Echevarría, director general de Fedishoreca.
El director asegura que “el efecto es directo y vinculado a la propia actividad de sus clientes: hoteles, bares y restaurantes quienes han cerrado su actividad a excepción de un pequeño porcentaje: gasolineras, centros hospitalarios y pequeñas tiendas de alimentación”. Los servicios programados no llegan al 10% de la actividad, según Fedishoreca.
Sector dominado por pymes: el Erte por fuerza mayor única vía para la supervivencia
Fernández Echevarría recuerda que se trata de un sector dominado por pequeñas y medianas empresas, familiares en su mayoría: “Son empresas que están haciendo todo lo posible por mantener sus plantillas y que en un primer término están implementando medidas de flexibilidad laboral, adaptando plantillas a la demanda”.
Por esto, el director señala que “el procedimiento de suspensión de contratos temporales y reducción de jornada (ERTE) por causas de fuerza mayor se revela como el instrumento más idóneo, ya que permite el ajuste temporal de las plantillas a la actividad y evita los despidos”. De esta manera, aseguran, “la vuelta a la actividad implicará la vuelta a trabajo de todos los profesionales”. La patronal sectorial considera y destaca que “la rapidez del procedimiento de suspensión de contratos por causas de fuerza mayor, es la clave para poder adaptarnos al nivel de actividad sin realizar despidos y permitir a las empresas de distribución su supervivencia para cuando se vuelva a la normalidad”.