La trazabilidad de la uva a la copa, uno de los factores determinantes en el proceso exhaustivo que lleva a cabo la Denominación de Origen La Mancha en los vinos amparados en el Consejo Regulador, es la auditoría y control para la supervisión por la calidad de la propia Denominación de Origen con sus bodegas, estableciendo así un pliego de condiciones que aporta la garantía respecto al consumidor y calidad del vino.
Una apuesta de la D. O. La Mancha de cara a reforzar el posicionamiento de sus vinos amparados en ella, con el objetivo de su promoción y calidad como pilares fundamentales de su identidad. La perspectiva del Consejo Regulador, teniendo en cuenta los acontecimientos sufridos por la pandemia de la Covid-19, establece en su estrategia la recuperación a corto – medio plazo en el segundo semestre de este 2021. Hay que tener en cuenta, los datos ofrecidos por el estudio de la Denominación de Origen que arroja un crecimiento del vino con Denominación de Origen La Mancha a un poco de 77,5 millones de botellas en los últimos siete años; cabe concretar que nos referimos al formato habitual de botella de 0,75 cl.
La trazabilidad en cuanto a la calidad pone de manifiesto por un lado la naturaleza físico- química, que bajo la norma UNE-EN/ISO 17025 verifica los requisitos respecto a los pliegos de condiciones establecidos. Por otro lado, son los controles organolépticos (aromas y sabores) de los paneles profesionales de cata; hay que destacar en este aspecto que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha, es el primer organismo en la comunidad de Castilla-La Mancha en la posesión de un panel de cata acreditado por ENAC – Entidad Nacional de Acreditación, en marzo de 2020, bajo la norma UNE-EN / ISO 17025.
Ignacio Isidoro Benítez
CEO | www.argataca.com