Jesús Rojas | Madrid |
Hace unos días, el Aula Española del Vino de Madrid acogía la quinta edición del Concurso Nacional de Vinos de Pequeñas D.O.’s, un certamen en el que solamente pueden participar vinos de bodegas adscritas a pequeñas regiones vinícolas españolas. Es decir, regiones que cumplan los dos criterios necesarios para ser una Pequeña D.O.
Por una parte, deben cumplir un criterio cualitativo, ya que las regiones consideradas como Pequeñas D.O.’s deben de estar encuadradas en alguno de los cuatro primeros escalones de la pirámide de calidad de los vinos españoles (Vino de Pago, Vino con DO Ca, D.O. e I.G.P.) y por otra parte también se tiene en cuenta un criterio cuantitativo (producir por debajo de 4,5 millones de botellas en la anualidad tomada de referencia).
Esta nueva edición del concurso, a pesar de la crisis que está viviendo el sector, consiguió reunir en torno a un centenar de muestras de 24 pequeñas regiones vinícolas, lo que permitió al jurado valorar la riqueza y variedad vinícola que tenemos en nuestro país. En esta ocasión, el jurado estuvo compuesto por expertos tantos nacionales como internacionales en análisis sensorial de vino y personas con experiencia en concursos de otros países. Todo ello bajo la supervisión técnica de Jesús Flores Téllez, enólogo, sumiller y Premio Nacional de Gastronomía, y con el apoyo de José Luis Hernández, Director de Pequeñas D.O.’s.
Debido a la alta calidad de los vinos participantes, se otorgaron un total de 25 medallas, 3 GRANDES OROS y 22 OROS, lo que da una idea del nivel de los vinos que se presentaron en esta edición del concurso y que sin duda muestra el potencial de los vinos que se están produciendo en estas pequeñas regiones vinícolas que están llamadas a ocupar cada vez un mayor espacio en las preferencias del consumidor, no solo nacional sino también internacional.