Jesús Rojas | Madrid |
Hace unos días Bodegas de Sanlúcar solicitaban crear un Consejo Regulador de la Manzanilla independiente. Su idea es poder contar con un órgano de gestión y un pleno propios para separar la toma de decisiones que afecten a la manzanilla de las del vino de Jerez.

El objetivo de los manzanilleros es contar con un órgano de gestión y un pleno propios, algo similar a lo que ocurre con el Brandy de Jerez, que comparte estructura con la DO del vino de Jerez.

A este respecto, el Presidente del Consejo del Vino, César Saldaña, ha recordado que los pliegos de condiciones definen a ambos vinos de la misma forma desde hace años. Bodegas de Sanlúcar, por su parte, considera que afirmar que entre el Fino y la Manzanilla no existen diferencias es “del todo inaceptable” y cuestiona tanto la historia, como el presente y futuro de la D.O. sanluqueña.

Bodegas de Sanlúcar da por hecho que la propuesta será rechazada en pleno, pero no ceja en su empeño de seguir estrechando lazos con la delegación provincial de Agricultura para trabajar en la independencia de la Manzanilla. De hecho, los manzanilleros mantuvieron una reunión el pasado lunes con el ya ex delegado provincial de Agricultura, Daniel Sánchez, y su sustituta en el cargo, Ana María Bertón.

Como era de esperar, la respuesta por parte de Bodegas de Sanlúcar no tardó en llegar. En el primer párrafo del escrito que apareció íntegramente publicado en el Diario de Jerez sostienen: «Lamentamos la absoluta disconformidad del Sr. Presidente del Consejo Regulador de Jerez, D. César Saldaña Sánchez, demostrada ante el acuerdo suscrito por nuestra asociación en defensa de nuestra Denominación de Origen Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, cargando contra nuestra legítima decisión».

A continuación, los manzanilleros añadían más quejas:

«Lamentamos que pregone diálogo y que nos centremos en foros internos donde la opinión mayoritaria de la Manzanilla, que nosotros representamos, no es considerada. A la vez que acude a los medios de comunicación, nuestro presidente, la primera persona que debería defender a la Denominación de Origen sanluqueña saliendo a la opinión pública a dejar claras las diferencias entre la Manzanilla y el resto de vinos finos del Marco».

«Lamentamos que aún no haya solicitado reunirse con nosotros, cuestión que a estas alturas y dados los acontecimientos y sus declaraciones ya no esperamos, estando claro y cristalino su posicionamiento contrario al de la mayoría de bodegas censadas en Sanlúcar de Barrameda».

«Lamentamos que una vez más los intereses empresariales y el ánimo de lucro de operadores, sean los que marquen las decisiones del Consejo Regulador, en contra del buen nombre, prestigio y consideración de nuestros vinos protegidos».

Y para que el que pueda pensar que la cosa termina aquí, el párrafo que usan a modo de despedida no deja lugar a dudas: «No solo continuaremos llevando el debate a la opinión pública, sino que llegados a esta triste situación en el caso de que en el mismo seno del Consejo Regulador no se rectifique y se dejen claras las diferencias entre la Manzanilla y el resto de vinos finos del Marco, proseguiremos en la defensa de nuestros legítimos intereses allí donde sea necesario, hasta última instancia, mientras sigan existiendo las bodegas de Sanlúcar de Barrameda, ciudad origen del sistema de criaderas y soleras, de la crianza biológica bajo velo de flor y de todos nuestros finos y manzanillas».