Jesús Rojas | Madrid |
Este vino tinto expresa, con su complejidad aromática, la singularidad y riqueza del entorno donde se localiza uno de los viñedos más especiales de España, situado a 1.100 metros de altitud entre dos parques naturales y diseñado por el gurú del vino Richard Smart.

Se trata de la segunda añada en el mercado de esta referencia elaborada por una de las 20 bodegas que poseen la denominación de origen Vino de Pago, la máxima distinción en materia vinícola que otorga la legislación española.

Ubicada en la histórica comarca de Campo de Montiel (Albacete), a unos 17 kilómetros de la localidad de El Bonillo, El Guijoso está reconocida como una de las fincas más espectaculares y mejor conservadas de Europa. Sus 2.000 hectáreas albergan numerosas especies protegidas –como linces, avutardas y uno de los sabinares más antiguos de la península–, así como diferentes cultivos entre los que se encuentra el viñedo del que nacen los vinos de Familia Conesa-Pago Guijoso.

Finca La Sabina, cuya etiqueta es un homenaje a la majestuosa sabina de más de 2.000 años que preside la zona social de la bodega, comprende cuatro tintos monovarietales: un Merlot, un Syrah, un Cabernet Sauvignon Gran Reserva y un Tempranillo, que fue el último en salir al mercado el año pasado. En su segunda añada, Finca La Sabina Tempranillo vuelve a reflejar toda la singularidad del terroir del que procede: un viñedo proyectado por el gurú de la viticultura mundial Richard Smart y considerado como uno de los más elevados de España.

Climatológicamente, la cosecha 2018 se caracterizó por una pluviometría escasa y unas temperaturas suaves que favorecieron el perfecto estado sanitario de la uva y el equilibrio justo entre azúcar y madurez. Las levaduras utilizadas para la fermentación fueron de desarrollo lento para una mayor extracción de aromas, color y estructura y se sometió a una crianza de aproximadamente seis meses en barrica nuevas de roble francés que le aportó complejidad y longitud.

Como resultado de la añada y la elaboración, Finca La Sabina Tempranillo 2018 presenta un color rojo picota intenso de capa media alta con matices violáceos y abundante rubí, limpio, llamativo y brillante. En nariz predominan las notas afrutadas de mora y grosella con toques lácteos y ahumados y recuerdos a cuero y especias. En boca es amplio, largo, sedoso y envolvente y muestra una madura tenacidad en equilibrio con la acidez.