Jesús Rojas | Madrid |
Este hotel consagrado al vino, situado en una tranquila casa solariega con vistas a los viñedos circundantes y que cuenta con una de las mejores experiencias de enoturismo de Portugal, es uno de los nuevos miembros de Relais & Châteaux.
La prestigiosa asociación hostelera Relais & Châteaux, fundada en 1954 y con más de 580 miembros alrededor del mundo, ha anunciado la incorporación de ocho establecimientos.
Para ponernos en contexto, Relais & Châteaux es la asociación hostelera más prestigiosa del mundo. Nació en Francia en 1954 como un sello de calidad para distinguir aquellos establecimientos que destacaban por su hospitalidad y su carácter. Y aunque los miembros de esta asociación son muy diferentes entre sí, lo cierto es que comparten ciertos valores:
- Ubicaciones muy especiales.
- Un rico legado histórico y cultural.
- La integración con el entorno.
- El compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad.
- La calidez y el esmero en el servicio y las instalaciones.
- La implicación y la atención personal de los hosteleros que los regentan.
Hechas las presentaciones, cabe destacar que este año, con la llegada de la primavera, Relais & Châteaux acaba de anunciar la incorporación a la familia de ocho nuevos miembros, dos en Francia (Saint-Delis, en Normandía, y Primard, en Guainville) y uno en Portugal (Quinta Nova, en Covas do Douro), Italia (Villa della Pergola, Liguria), Grecia (Xenodocheio Milos, Atenas), Países Bajos (Weeshuis Gouda, Gouda), Irlanda (Cashel Palace, Cashel) y EE.UU. (The Swag, Carolina del Norte).
De todos ellos conviene destacar, por su proximidad a nuestro país, el hotel Quinta Nova de Nossa Senhora do Carmo, que se ubica en una finca del siglo XVIII del valle del Duero y ofrece una de las mejores experiencias de enoturismo de Portugal.
Quinta Nova es la primera finca de Portugal en abrir un hotel de temática vinícola y dedicado al movimiento slow food.
Su atractiva oferta de servicios mezcla enología con una cuidada gastronomía y hospitalidad en un emplazamiento tranquilo, acogedor y espacioso en el que, literalmente, el tiempo se detiene.
La propiedad está dirigida por la cuarta generación de la familia Amorim, vinculada históricamente al mundo del vino en Portugal. En palabras de Luisa Amorim, directora de Quinta Nova, “es un proyecto cuidadosamente concebido, que se lleva desarrollado durante más de 15 años”.
Quinta Nova de Nossa Senhora do Carmo, que sería el nombre completo del hotel, reabrirá el 5 de abril con sus 11 habitaciones y un nuevo restaurante, Terraçu’s, que además estrena nuevo menú, desarrollado por el chef André Carvalho y dedicado a los productos frescos de la tierra, en perfecta armonía con los vinos de la finca.
Con más de 250 años de historia, Quinta Nova se erige entre los viñedos de una finca del siglo XVIII, dominando el increíble tapiz verde del valle del Duero, región vinícola catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Allí, los huéspedes pueden participar en visitas a su finca –formada por 41 parcelas de viñedo– y sus bodegas –que datan de 1764–, donde podrán descubrir el proceso de elaboración de los exquisitos vinos de la propiedad y conocer su particular Museo del Vino, que expone una interesante colección sobre la producción del vino de Oporto.